Seguro que en más de una oportunidad has visto el estilo capitoné en sofás u otro mobiliario. ¿Sabes dónde se originó esta técnica?  Aquí te lo contamos.

La técnica del tapizado capitoné nace a fines del siglo XIX en Inglaterra, con el Conde de Chesterfield, Philip Dormer. Existen dos versiones de su origen: unos dicen que lo mandó a diseñar para que sus empleados se sentaran con una postura correcta y no arrugasen sus uniformes de trabajo; en cambio la otra versión de la historia, cuenta que fue creado para que los caballeros de la aristocracia se sentaran de forma erguida y elegante durante sus charlas y hora del té. Las dos versiones son válidas y creíbles.

El procedimiento para dar forma a esta particular técnica consiste en tensar un hilo resistente desde la tela por sobre la espuma hasta que esta se aplaste dando forma de rombos ordenados cada cierta distancia; finalmente, se aseguran con un botón dándole más personalidad a su presentación. Esta técnica da como resultado al famoso sofá Chesterfield (los primeros fueron confeccionados en cuero) el cual sigue vigente en nuestros muebles hechos con tapices de tela.

EFECTOS DEL CAPITONÉ EN NOSOTROS

La técnica del capitoné entrega una sensación de comodidad y elegancia que nos hace retroceder en el tiempo. Su gran diseño en la actualidad, logra incorporarse a otros muebles de estilo moderno con el fin de generar un quiebre visual en la decoración.

Los tonos blancos y grises han cobrado gran interés y demanda por parte de decoradores, diseñadores y arquitectos, ya que estos colores nos brindan un estilo elegante y sofisticado. Otras tendencias son los colores de gran contraste como el turquesa, amarillo y tonos rosas.

La aplicación de esta técnica no solamente se aplica en sofás, sino también en pouf, respaldos de cama, sillas, banquetas y baúles.

Como puedes ver, la versatilidad del capitoné permite darle carácter a muchos tipos de mobiliario.

 

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